Vete a dormir con el ánimo tranquilo

Y descansa los nervios que se te abrazan al ojo izquierdo.

Pude notar que estuve mucho tiempo a tu izquierda

Como el tercer arcano que se sitúa a la izquierda del Emperador

Arcano que justo ayer me aseguró que te enamorarías de un pez tuerto

Cojo de los ojos y del corazón.

Vete a dormir con el ánimo tranquilo

Que mañana te agitaré los líquidos como un pájaro

O como un grupo de pájaros asesinando el aire

Despeinando la brisa, desarmando los soplos costeros

Como la luna que sacude las olas

Como la fiebre que hace burbujear las sangres

¡Como los domingos!

Que confunden y desorientan a los corazones.

.

Es usted pequeña,

Pequeña en todos los sentidos

Tiene usted el gesto pequeño

La palabra pequeña

La sinceridad pequeña

Y su amor es leve

Como un ramillete de cedrón.

Tengo, por suerte, el corazón ínfimo

Y las aspiraciones cansadas

Y un par de bolsillos

Qué suerte, entonces

Poder llevármela acunada por ahí

Y visitarla, a veces, con la punta de los dedos

Como arrugando y desarrugando una basurita

Un papel, una pelusa, casi tan solo un pelo añejo.

Casi, casi tan solo un vientecito.

.

Es que toda tu estatura la he creado

Sin necesitar ni a tu madre ni a tu padre.

(Nadie ama, lo que amo yo.)

.

Quise ser pena honda
Abismo insoportable
Mal sin retorno
Quise calarte la carne
Con la agudeza de la púa infecta
Quise matarte de tajo profundo
Vaciarte de toda sangre
Quise darte la muerte misma
De mirar el rostro de Dios.
La muerte del Narciso
-Mi muerte-
Es ahora definitiva.

.

Era él como una pantera enorme, tranquila, ¡oh!, tranquila.

De sus dedos largos no emanó otra cosa que calma.

Sus formas extensas, de huesos finísimos, pero fuertes, 

exactos, recios, eran como la roca.

Su cuerpo grande, enorme, sereno, 

paseaba como una sombra espesa por pasillos y habitaciones, 

y oíase todo él como la respiración de un monstruo manso, 

que recorría una condena enorme y sosegada, 

como resignado a los siglos de un encierro duradero.